Una masa de relleno muy ligera que da platos elegantes. La idea es aprovechar las sobras para preparar varios rellenos. ¡Es reutilizar en versión pastificio! El secreto es tener paciencia para perfeccionar la masa muy fina.

Tiempo de preparación Hasta 1 hora

Rinde rendimiento de 1 kg de masa

INGREDIENTES

280 g de harina de trigo
120 g de sémola de trigo duro
4 huevos

MODO DE PREPARO

En un tazón grande, mezcle las harinas y tome una porción (alrededor de ⅓ de taza) – la cantidad total de harina puede variar según el tamaño de los huevos.
En un tazón pequeño, rompa un huevo a la vez y transfiéralo a otro tazón. Batir los huevos con un tenedor solo para mezclar las claras con las yemas.
Abre un hueco en el centro de la harina, como un “volcán”. Agrega los huevos batidos en el centro y comienza a mezclar con un tenedor, desde el centro hacia los bordes, agregando la harina poco a poco. Amasar con las manos hasta incorporar los huevos y agregar la harina reservada si es necesario. Transfiere la masa a la encimera y sopla hasta que esté muy suave.

Envuelve la masa en film transparente y déjala reposar durante 20 minutos. Mientras tanto, prepara el relleno.
Pasado el tiempo de reposo, corta la masa en cuatro partes. Con un rodillo (o cilindro) abrir la masa en láminas de 2 mm de espesor.
Para dar forma a los raviolis: colocar una tira de masa sobre la encimera. Coloque porciones de unos 10 g del relleno deseado (carne o ricota) una al lado de la otra en el centro de la masa, dejando aproximadamente 1 cm de espacio entre cada una. Rocíe la masa con agua y cubra con otra tira de masa. Con los lados de las manos, presione el aire alrededor del relleno y presione los bordes de la masa para sellar; de esta manera, los raviolis no se abren ni crean burbujas al cocinar. Con un cortador de raviolis o un carrete con muescas, corte alrededor de cada porción de relleno. Puedes dejar los raviolis en cuadrados o cortar y doblar los extremos para darle forma al plin.

Transfiera los raviolis a un plato ligeramente enharinado y repita con el resto.
Pon a hervir una olla grande de agua a fuego alto. Agregue sal y moje parte de los ravioles; cocine en lotes para que no se peguen entre sí. Bajar el fuego a medio y estar atentos: suben a la superficie cuando están listos.
Con una cuchara ranurada, transfiéralo a un plato y repita con el resto. Servir a continuación.