Queso Suizo Casero: El Sabor de la Tradición en tu Cocina
Modo de Preparación del Queso Suizo Casero
Hacer queso suizo casero es un proceso que lleva tiempo, pero con paciencia y siguiendo estos pasos podrás disfrutar de un delicioso queso en casa:
- Preparar la leche: Vierte la leche en una olla grande y caliéntala a 32°C, usando un termómetro de cocina para asegurarte de que la temperatura sea la adecuada. Es importante calentar la leche lentamente para evitar que se queme.
- Añadir el cultivo iniciador: Una vez que la leche esté a la temperatura indicada, agrega el cultivo iniciador y mezcla bien. Deja reposar la mezcla durante unos 30 minutos para permitir que los cultivos empiecen a fermentar la leche.
- Añadir el cuajo: Disuelve el cuajo en un poco de agua y agrégalo a la leche. Remueve suavemente y cubre la olla. Deja reposar la mezcla durante 1 a 2 horas para que la leche se coagule.
- Cortar la cuajada: Una vez que la leche se haya cuajado, corta la cuajada en cubos de aproximadamente 1-2 cm. Esto ayudará a que el suero se separe más fácilmente.
- Cocinar la cuajada: Calienta la cuajada a 38°C, removiendo suavemente para evitar que se formen grumos. Mantén esta temperatura durante unos 30-45 minutos, hasta que la cuajada esté firme.
- Formar el queso: Una vez que la cuajada esté lista, colócala en un molde para quesos forrado con una tela de queso. Prensa el queso para que expulse el exceso de suero. Deja reposar el queso durante unas horas.
- Salado: Cuando el queso haya tomado forma, retíralo del molde y frota su superficie con sal no yodada. Este proceso ayudará a darle sabor y una textura más firme.
- Maduración: Coloca el queso en un lugar fresco y seco, como una cava de quesos o una nevera. Déjalo madurar entre 2 y 4 semanas, dependiendo de la intensidad de sabor que desees. Durante este tiempo, el queso desarrollará los característicos agujeros y su sabor se intensificará.