En una cacerola a fuego medio, coloca el azúcar y el agua, removiendo suavemente hasta que el azúcar se disuelva.
Deja que la mezcla hierva sin revolver hasta que tome un color dorado ámbar. Ten cuidado de no dejarlo demasiado tiempo para evitar que se queme.
Vierte el caramelo caliente en un molde cuadrado o rectangular, cubriendo bien la base. Reserva y deja que se endurezca.
Paso 2: Preparar la mezcla del flan
En un bol grande, bate los huevos hasta que estén bien integrados.
Agrega la leche condensada, la leche evaporada y la leche entera. Mezcla suavemente hasta obtener una mezcla homogénea.
Añade la esencia de vainilla y revuelve bien.
Para conseguir un flan más suave, pasa la mezcla por un colador fino para eliminar posibles grumos.
Paso 3: Horneado del flan
Vierte la mezcla sobre el caramelo en el molde cuadrado.
Coloca el molde dentro de una bandeja para horno con agua caliente para cocinarlo a baño maría. Esto evitará que el flan se endurezca demasiado y ayudará a que tenga una textura más cremosa.
Hornea a 160°C durante 50-60 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
Una vez listo, retira del horno y deja enfriar a temperatura ambiente. Luego, refrigéralo por al menos 4 horas antes de desmoldar.
Paso 4: Desmoldar y servir
Para desmoldar el flan, pasa un cuchillo por los bordes del molde para despegarlo.
Coloca un plato grande sobre el molde y voltea con cuidado.
El caramelo líquido caerá sobre el flan, dándole su característico brillo y sabor dulce.
Corta en porciones cuadradas y ¡disfruta de este postre irresistible!