Cheddar casero: una receta fácil y sabrosa

Cheddar casero: una receta fácil y sabrosa

El queso cheddar es uno de los quesos más populares en todo el mundo debido a su rico y cremoso sabor. Muchos lo asocian con hamburguesas o palomitas de maíz de cine, pero el queso cheddar puede ser un complemento delicioso para una variedad de platos. ¿Qué tal si aprendes a hacer tu propio queso cheddar casero? En este artículo, exploraremos una receta sencilla para crear un delicioso queso cheddar casero que podrás disfrutar en casa.

¿Qué es el queso cheddar?

Cheddar es un queso de origen inglés que destaca por su sabor fuerte y característico. Es conocido por su textura firme y quebradiza cuando se envejece, pero se puede encontrar en varias variaciones, desde el queso cheddar suave y cremoso hasta el queso cheddar más curado e intenso.

El color natural del queso cheddar es amarillo anaranjado debido a un tinte vegetal llamado achiote, que a menudo se agrega a la masa de queso. Sin embargo, muchos quesos cheddar comerciales también contienen colorantes artificiales para intensificar el color.

Hacer queso cheddar casero

Hacer queso cheddar casero puede parecer una tarea desalentadora, pero en realidad es una experiencia gratificante que no requiere las habilidades de un quesero profesional. La siguiente receta te guiará en el proceso de preparación de queso cheddar casero.

Ingredientes:

  • 4 litros de leche entera
  • 1/4 cucharadita de cultivo mesófilo
  • 1/4 cucharadita de cultivo termófilo
  • 1/4 cucharadita de cuajo líquido
  • 1/4 taza de agua sin cloro
  • 1 cucharadita de sal

Equipo:

  • Sartén grande
  • Termómetro de cocina
  • Cuchillo largo y afilado
  • Forma de queso
  • paño de queso
  • Plato

Modo de preparo:

Paso 1: calentar la leche

Vierte los 4 litros de leche entera en una cacerola grande y caliéntala lentamente hasta que alcance una temperatura de unos 32°C.

Paso 2: agregue los cultivos

Espolvoree el cultivo mesófilo y el cultivo termófilo sobre la superficie de la leche. Déjalos rehidratarse durante unos minutos, luego revuelve suavemente para distribuirlos uniformemente en la leche.

Paso 3: cuajar y cortar

Diluya el cuajo líquido en 1/4 taza de agua sin cloro y agréguelo a la leche. Revuelva bien durante unos 30 segundos. Tapar la cacerola y dejar reposar durante 45 minutos, manteniendo la temperatura en torno a los 32°C.

Después de 45 minutos, la leche debería haberse coagulado hasta adquirir una textura similar a la de la cuajada. Corta esta cuajada en cubos de aproximadamente 1 cm con un cuchillo largo y afilado.

Paso 4: agitar y calentar

Calentar la mezcla lentamente hasta que alcance una temperatura de 52°C, revolviendo suavemente para evitar que los cubos de cuajada se peguen.

Paso 5: Descanse y revuelva nuevamente

Cuando alcance una temperatura de 52°C, retira la cacerola del fuego y deja reposar la cuajada durante 5 minutos. Luego revuelve la cuajada suavemente durante otros 5 minutos.

Paso 6: Coe y presión

Cuele la cuajada a través de una gasa o un colador de queso en un molde para queso. Deje escurrir el suero durante aproximadamente 1 hora. Luego, dobla la gasa sobre el queso y coloca un plato encima. Coloque un peso en el plato para presionar el queso. Dejar el queso prensado durante unas 12 horas a temperatura ambiente.

Paso 7: sal y cura

Pasado el periodo de prensado, desmoldar el queso y frotar con sal toda su superficie. Coloque el queso en una habitación con una temperatura de unos 10°C y una humedad elevada (alrededor del 85%). Déjalo curar durante al menos 3 semanas, girándolo de vez en cuando.

Paso 8: disfruta

Después del período de curado, tu queso cheddar casero estará listo para disfrutar. Córtalo o rallalo para usarlo en tus recetas favoritas.

¿Por qué hacer queso cheddar casero?

Hacer queso cheddar casero tiene varias ventajas:

  1. Sabor personalizado: Puede ajustar el sabor de su queso cheddar casero agregando condimentos, hierbas u otros ingredientes de su elección.
  2. Ingredientes conocidos: Al elaborar tu propio queso, tienes control sobre los ingredientes utilizados, optando por leche de calidad y evitando aditivos no deseados.
  3. Experiencia gratificante: Elaborar queso en casa es una actividad gratificante que permite conectar con la tradición de elaborar alimentos de forma artesanal.
  4. Ahorros: Hacer queso cheddar casero puede ser más rentable a largo plazo que comprar queso de alta calidad.
  5. Sabor auténtico: si eres amante del queso, disfrutarás del sabor fresco y auténtico del queso cheddar casero.

Conclusión

Hacer queso cheddar casero es una experiencia culinaria gratificante que puede dar como resultado un queso delicioso y personalizado. Con esta sencilla receta y un poco de paciencia, puedes crear tu propio queso cheddar con un sabor auténtico en casa. Recuerde, practique la técnica perfecta, así que no dude en experimentar con diferentes variaciones e ingredientes para encontrar su queso cheddar casero perfecto. ¡Disfruta del sabor único y del orgullo de haber elaborado tu propio queso cheddar!

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