Lavar el arroz: Enjuaga el arroz con agua fría hasta que el agua salga clara. Esto ayuda a eliminar el exceso de almidón y evita que el arroz se vuelva pegajoso.
Cocinar el arroz: En una olla grande, coloca el arroz con la taza de agua y la rama de canela. Cocina a fuego medio hasta que el agua se haya absorbido casi por completo.
Agregar la leche: Vierte la leche poco a poco, removiendo constantemente para evitar que el arroz se pegue al fondo de la olla.
Incorporar la cáscara de limón (si se usa): Esto aportará un sutil aroma cítrico que realza el sabor del postre.
Cocinar a fuego lento: Reduce el fuego y deja cocinar por aproximadamente 20-30 minutos, revolviendo ocasionalmente.
Agregar el azúcar y la vainilla: Mezcla bien hasta que el azúcar se disuelva completamente.
Cocinar hasta lograr la textura deseada: Si lo quieres más cremoso, cocina por unos minutos adicionales. Si prefieres una consistencia más líquida, retíralo del fuego antes.
Dejar reposar: Retira la cáscara de limón y la rama de canela. Deja enfriar unos minutos antes de servir.
Servir y decorar: Espolvorea con canela en polvo y disfruta caliente o frío.